viernes, 25 de enero de 2013

EL LLAMADOR DEL DRAGÓN 3ª Y ÚLTIMA PARTE

...

La idea de ver siempre dragones cada vez que tocaba el llamador, le hizo pensar que significaba algo, que aquello era un mensaje… con lo escéptica que había sido siempre.
El dragón la observaba, no había perdido la expresión amable de su cara, abrió la boca como para decir algo; en el fondo de su garganta apareció una perla con un brillo sin igual.
Luna fue consciente de pronto, que se encontraba ante un ser excepcional, según  había leído, ese dragón representaba el poder del sol, de la fuerza que en él reside, de la lluvia, del rayo, del trueno, del equilibrio de la naturaleza…todos estos pensamientos se sucedían a gran velocidad en su mente…eso justificaba ahora  dónde se encontraba, pero aún se preguntaba por qué estaba allí.
Soltó el llamador de golpe y cayó al suelo. Un maullido agudo llenó la estancia. Lara acudió de inmediato. Luna estaba paralizada, ausente, solo reaccionó ante la voz que pronunciaba su nombre.
-Luna ¿Estás bien? –gritó Lara preocupada
- Si, no es nada. Se me resbaló de las manos. ¡Cuánto lo siento!
-No te preocupes, no parece haber sufrido ningún daño. –Recogió el llamador del suelo y lo puso en la estantería.
-Lara, así de pronto me encuentro muy cansada.
-Si quieres nos vamos, ¿Te llevas el llamador?
-No sé, me produce sentimientos encontrados, pero cada vez me siento más atraída por él.
-Si quieres, piénsatelo unos días, y cuando estés decidida me llamas.
-Tienes razón, ahora no soy capaz de decidir. Te llamaré.
-No tengas prisa, me temo que tardaré tiempo en poder cerrar definitivamente esta casa. Al principio venía mucha gente, pero ahora apenas vengo un par de veces a la semana.

Como la primera noche después de visitar la casa, Luna no fue capaz de conciliar el sueño, aquellas imágenes y sonidos que parecían olvidados volvían a reverberar en su memoria y cada vez aparecían más nítidas.
Esa noche los sueños fueron muy intensos, muy inquietos y los podía recordar por la mañana como si los hubiera vivido de verdad. Aún dudaba que no estuviera todavía en el sueño, pues era tal la nitidez con la que recordaba los detalles…vivió toda la noche la celebración del año nuevo chino. En medio de una calle bulliciosa atestada de gente, se vio bajo el cuerpo de un inmenso dragón de tela que danzaba al ritmo de gons y tambores. Junto a otras personas, que no conocía de nada lo hacían danzar para ahuyentar los malos espíritus y para que se llevara la mala suerte, persiguiendo a un hombre que llevaba una esfera en el borde de un palo. Se acordó que esa escena representaba el conocimiento, perseguir al conocimiento. ¿Sería otro mensaje?. Luna cada vez estaba más confundida.
Se sucedieron días un tanto extraños, si seguía así caería en una depresión.
Quería pensar de forma razonable, que todo había sucedido de forma casual, que había estado muy imbuida por la cultura oriental y ahora le estaba pasando factura, ya no sabía qué pensar y si durante el día lo conseguía, la noche era insoportable.
Las horas se sucedían lentamente alternando periodos de sueño aunque intranquilo,  con periodos de insomnio en los que no dejaba de escuchar aquel maullido.
No se decidía, bien era cierto que aunque eran encuentros extraños cada vez que tocaba el llamador, también recobraba una paz que no había tenido en todos estos días.
Al final, marcó el número de teléfono de Lara. La espera se le estaba haciendo interminable, Lara no acababa de coger el teléfono.
-¿Sí, dígame? –sonó al otro lado de la línea.
-Hola, está decidido, me quedo con el llamador –sentenció Luna.
-Creo que es una buena decisión.
- ¿Cuándo podremos acercarnos a por él? Después de todos estos días de pronto me ha entrado la prisa.
-¿Te viene bien esta tarde?
-¿Estás de broma?...pués claro que sí, dime la hora y estoy allí como un clavo.
- Salgo del trabajo a las ocho, ¿te viene bien las ocho y media?
- Allí estaré –confirmo Luna con la voz casi temblándole.

Llegó a la puerta diez minutos antes de la hora acordada. Tiempo que se le hizo interminable, hasta que vio aparecer de nuevo el utilitario azul bajando la cuesta.
-Por fín te has decidido –fue el saludo de Lara.
-Sí, me ha costado , pero al final aquí estoy.
Otra vez dentro de la casa ese olor ocre a cerrado…más huecos vacios entre los pocos muebles que quedaban, más polvo en las estanterías, más silencio…
Notaba como el pulso se le aceleraba a medida que se acercaba al llamador, pero ahora era muy distinto, una calma la inundaba, estaba serena, en paz con todos los elementos. Un maullido rompió el silencio casi perfecto que reinaba en el pasillo. Luna miró en todas direcciones, buscando al gato que maullaba pero no parecía haber ni rastro del animal. Tan solo en la pared se proyectaba una sombra que más que a un gato, le recordaba a un dragoncito pequeño, muy pequeño.
Cogió con decisión el llamador esperando que ocurriera algo extraordinario como en ocasiones anteriores; pero curiosamente no sucedió nada. Luna se extrañó, pero lo agradeció.
No perdería ni un segundo, se despidió de Lara decidida a irse a casa para colocar el llamador en la puerta.

Prácticamente estaba colocado, se echó hacia atrás para verlo con más perspectiva, le pareció que el llamador la miraba, se acercó de nuevo, lo tocó. Que sensación más extraña la invadía, cada vez se sentía más liviana, flotaba cierto olor a azufre en el ambiente, y de fondo, esa música que le resultaba tan familiar. Parecía que se descompusiera en ínfimos pedazos que se volvían a recolocar, pero ya no era ella, ahora…maullaba y permanecía inerte sobre la puerta de su casa.

Texto y foto: Pepa Cid.

6 comentarios:

  1. No soy amigo de consejos, pero éste relato en tres entregas fue fascinante, recomendaría guardarlo y hacer acopio, que seguro que tienes más guardados y pendientes de publicar.... y haría mi primera entrega-publicación de relatos breves; la mística que conlleva todo lo oriental nos atrae en occidente de forma inusual, como si creyéramos que allí están todas las respuestas. Por cierto, el subconsciente juega malas pasadas, revisa tu memoria interna, tienes tanto escondido y tanto que ofrecer que confío en tu próxima publicación.
    Felicidades de todo corazón , querida Pepa

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  2. muchas gracias Juan...pero creo que necesito "crecer aun"...

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  3. Pepa, me has sorprendido y enganchado con este relato, creo que tienes un amplio futuro por delante, solo has echado una breve miradita a tu interior pero si verdaderamente miraras y te escucharas, creo que te saldría la creación a raudales, ánimo querida amiga,escúchate y cada vez que sientas algo escríbelo, estaré ansiosa por leerte. <3

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    1. muchas gracias Marian, te haré caso y me escucharé más a menudo. Gracias de todo corazón.

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  4. Me has sorprendido muy gratamente. Este relato esta muy bien estructurado. Quizá sea demasiado "místico" por lo íntimo que te ha salido, pero es precioso. Me ha gustado mucho como lo has desarrollado y su final es como los finales de las más bellas historias de amor.
    Deberías plantearte lo de seguir dando vidilla a este blog. Tienes madera.
    Besos
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  5. Muy bonito, Pepa. Sigue escribiendo, lo haces muy bien.
    Besos

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